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Escudo de Baux de Provence |
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Qué mejor manera de pasar esta fiesta de la Inmaculada que visitando el pueblo de Lucéram, una joya medieval a 30 kilómetros de Niza, lejos de los circuitos turísticos de la costa y con un sorprendente circuito de belenes, más de 450!, que los vecinos exponen desde principios de diciembre hasta principios de enero.
La palabra crèche además de significar belén o nacimiento, también significa comedero (para las ovejas) y aunque resulte sorprendente y supongo que por extensión... una crèche es también una guardería.
En el sur de Francia, sobre todo en el sureste, la Provenza, son muy típicas las representaciones de la Natividad de Jesús. En vez de ambientarlas en el pueblo de Belén, suelen decorarse como si fueran pequeños pueblos provenzales, respetando la arquitectura, los trajes, los oficios y la vida local del siglo XVIII, momento en el que los nacimientos empezaron a hacerse populares en la región. Las figuras de los nacimientos que se realizaban en Nápoles llegaron hasta aquí gracias al comercio marítimo con Marsella y desde allí la religión y lo profano consiguieron que la tradición napolitana engarzara y se volviera también una tradición provenzal.
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Belén provenzal del museo de Lucéram |
Hace poco estuvimos con mis padres en Les Baux-de-Provence, un precioso pueblo provenzal, en el que la leyenda cuenta que los señores feudales que rigieron en sus tierras decían ser descendientes del rey Baltasar y de ahí que la tradición de la representación de la Natividad se implantara en la zona. Su escudo con la estrella de Oriente que guió a los Reyes Magos hasta Belén se ha mantenido desde la Edad Media hasta hoy.
Las figuras típicas de los belenes provenzales se llaman santons, se suelen encontrar en todos los mercadillos de Navidad. En general son algo más pequeñas que las fíguritas típicas de barro de los belenes españoles y son mucho más coloridas. Podría extenderme con este tema largos párrafos porque lo cierto es que me gusta mucho y desde hace unos años cuido de poner mi belén con toto el cariño y el esmero que he vivido desde que era pequeña.
En casa no teníamos árbol, mi padre decía que no era típico y que ya tenímos un belén así que cada año después del cumpleaños de mi madre, el 1 de diciembre, sacábamos las figuras de las cajas del trastero: Durate unos días se quedaban encima del mueble del salón, esperando a montar la mesa con el plástico a modo de protección, la sábana, las luces, la arena del parque, el musgo que traíamos del pueblo, el papel de aluminio, las cortezas de árbol que hacían las veces de portal, etc etc...
Mi madre le ponía el alma, alentándonos, con villancicos y con historias de su familia paterna, de donde viene la tradición familiar y algunas de las figuras que teníamos en casa. Mi padre sin aparentemente tanta implicación personal al final era siempre la mano ejecutora, el que montaba todo el tinglado y arreglaba los preparativos, dejándonos a nosotros lo mejor, poner las figuras. Ahora lo hace todo él solo y pensando en sus nietos, y a mí me maravilla reencontrarme cada año con ese gran belén de casa y con las mismas panderetas que mi hermano y yo tenemos desde hace más de 30 años!!!!
Con esta entrada en materia comprenderéis que allí donde haya puesto un belén me acerque a admirarlo y a disfrutarlo, así que cuando me enteré de esta exposición gigantesca en Lucéram no veía el momento de ir a ver de qué se trataba. Y me he quedado anonadada: En un entorno natural precioso y bajo un cielo azul y soleado hemos pasado un rato estupendo recorriendo las calles empedradas de Lucéram, donde muchos vecinos participan con pequeños o grandes belenes en puertas, ventanas, bodegas... Algunos me han sorprendido y emocionado, aquí os dejo algunas de las fotos que hemos ido haciendo mientras sujetaba de la mano a las peques, que iban a trompicones entre las piedras pero que creo también han disfrutado de la libertad y de las luces y la magia del día.
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Y lo mejor es que todo el pueblo es peatonal |
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En un barril |
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Encima del buzón |
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En el judas de la puerta... |
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... esta escena. |
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Con los trajes provenzales |
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Un belén hasta en una jaula... |
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Hasta en el dintel de una puerta cochera |
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Dentro de un gran foco |
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En una bodega, las figuras eran más grandes que yo... |
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En un horno de leña, me ha impactado tanto el lugar, al fondo de una callejuela estrecha... y he llorado |
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En mitad del paseo, un puesto con libros, podías coger el que quisieras y dejar un par de euros en una lata |
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El que más gracia le ha hecho al franchute, hecho con cápsulas Nespresso! |
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Estas figuras, enormes, en medio de un paso amurallado me han producido una sensación muy extraña |
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Un portal de nueces |
¡Qué maravilla! Preciosa tradición la de los belenes.
ResponderEliminarHola Myriam, gracias por tu comentario. Es una de las tradiciones con más historia y cuyo cuidado espero poder transmitir a mis hijas.
EliminarQue pasada de pueblo!!! lástima que me caiga tan lejos!!!! yo adoro poner el belén y el árbol, el primer año de casados obligué a mi marido a comprar el árbol más grande que encontramos en la tienda y ahora con los peques es una pasada todo el tema decoración, me encanta comprar tonterías como un muñeco de chocolate, por ejemplo, y que cuando vuelvan del colegio se lo encuentren.
ResponderEliminarMuchos besos para estos dos duendecillos tuyos que adoro!!!!
Hola Pilar. Qué buena idea la de ir colgando sorpresas, lo cierto es que según vayan creciendo me imagino que habrá que ir redoblando en creatividad. Un abrazo para vosotros
EliminarMe llevó un buen rato descubrir que lo que llamas "judas", en español es mirilla o ventanillo y que en francés es "judas", por el traidor. Tiene su sentido, porque algo de traidor tiene eso de mirar o vigilar sin ser visto. Como también existe judas en español y el DRAE no recoge esa acepción, pensé que podía ser un localismo, que en tu caso sería madrileñismo, pero nunca lo había oído y llevo casi toda mi vida en Madrid. Al final, el Larousse me aclaró que judas de porte es nuestra mirilla. ¡Lo que aprendemos contigo!
ResponderEliminarY sobre el tema del post, resulta curioso como en Francia, con un Estado laico desde siglos, se preservan tradiciones como el belén como parte de la cultura nacional, mientras en España por estas fechas no hay ayuntamiento en donde no haya peleas políticas por la instalación de belenes en la calle u otros espacios públicos.
Amalia
Hola Amalia. Gracias por tu comentario... touchée!! He pensado en francés y escrito en español. El belén se escondía detrás de la mirilla sí ;))
EliminarMe alegro mucho de ver que hay francófilos escondidos entre los lectores del blog, tendré que tener más cuidado. Un saludo
QUE BONITO SEGURO QUE PASARAS LA TRADICION A LAS GALLIFANTAS, YO TAMBIEN HE LLORADO,
ResponderEliminarMamá?! ;)
Eliminarqué bonito! mi hijo mayor (tres años y medio) tiene una noción muy personal del bilingüismo y llama al belén “la guarde de Navidad” ;-)
ResponderEliminarun saludo de una española en Marsella
¡Hola!! Gracias por tu comentario, mis franco-españolas aún no hablan pero tengo mucha curiosidad por conocer esa mezcla con ejemplos tan divertidos como el de tu hijo. Un saludo
EliminarHola. es un pueblo con mucho encanto. Ya veo por las fotos que todos disfrutasteis mucho de la excusión y de la decoración navideña. Seguimos en contacto
ResponderEliminarMe gustó tanto que sé que tengo que volver y llevar a mi familia a que lo descubra también! Saludos
EliminarGran exposición de belenes. Para pensarse eso de una escapada
ResponderEliminarUna preciosidad. Y yo que pensaba que en esa zona no era tradición colocar el belén... Otra razón más para enamorarse del sur de Francia, tan cercano y a la vez lejos de Madrid. Gracias por acercarnoslos.
ResponderEliminarMerece el desvío, lo aseguro. Gracias por pasar por aquí.
ResponderEliminarMe encanta ir a ver los belens que montan por la isla. Los que enseñas son muy muy originales, me parece una tradición preciosa. En mi casa los Reyes se movian mágicamente hacia el portal según se acercaba el momento del nacimiento.
ResponderEliminarMe ha encantado. Tiene que ser precioso. Iremos a veros ( no sé cuándo porque se me acumulan las cosas) pero lo haremos. Besos. María.
ResponderEliminarQue recuerdos más bonitos que tienes. Y que belleza de pueblo y de belenes, a la que tenga oportunidad me voy a escapar a este maravilloso pueblo. Aunque tendrán que pasar algunas navidades para que sea posible, pero será. Gracias por compartir.
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