À l'instant t

Le jour J, l'heure H... Se entienden perfectamente..  Mais l'instant T? 

Reconozco que me costó encontrarle el significado a la expresión, se puede traducir por "en ese/este mismo instante temporal" en ese/este mismo momento tiempo"... La T es el tiempo, en el instante tiempo... Como la n es número, en matemáticas... 

Pues en el instante temporal en el que que escribo, el franchute está viendo L'affaire Farewelĺ por octava vez. No sé vosotros pero a mí me cuesta volver a ver una peli, excepto con Pretty Woman claro está (vista cincuenta veces, creo que es la única película que he visto en español, inglés y francés y que vería en ruso si se diera el caso). 

Así que me he puesto a lavar los pinceles de maquillaje, en verano también estuvieron de vacaciones pero los biberones de madrugada  madrugones, no perdonan y cada mañana ahora me hacen falta unos minutillos de puesta a punto.

Y de los pinceles de los bb creams, antiojeras, colorete y demás bobadas, a algo más artístico para comentaros que volví a ver por segunda vez la exposición del verano en el Grimaldi Forum, De Chagall à Malevitch, la révolution des avant-gardes e hice mi propia selección de fotos con una aplicación que tenían allí y que luego publicaban en Facebook. Os dejo aquí algunas de las obras que más me gustaron y que llevo ahora en el salvapantallas del móvil. He tenido muchos meses a las gallis, pero esos nanosegundos de visualización eran a veces muy crueles así que este verano puse una foto de una Virgen del Carmen preciosa y ahora coloreo mis pantallazos con Kandinsky.

Mon accrochage particulier

A l'instant t desde el sofá

À bientôt!

De aceites

Me gustan mucho los aceites corporales, los uso a diario cuando empiezo a llevar las piernas al aire, me dejan a la piel con una  sensación de hidratación que no dejan las cremas.  Además como apenas si me perfumo, el olorcito, que suele durar, me sirve de substituto. En invierno el ritual es menos frecuente, el momento aceite se queda para los domingos por la noche, porque a diario no me plantearía pasarme ese tiempo de tranquilidad cuando una va siempre a toda prisa...

Uno de los primeros debió ser el Johnson's de después de la ducha que al final se iba enterito en la toalla. Luego descubrí el aceite Nuxe y después de su versión clásica, Huile Prodigieuse, me compré la versión OR, que me acompaña en las noches de verano, porque de día tanta brillantina como que no. 

Descubrí un salón de belleza muy branché del Quartier Montorgueil en París y los productos que en él se vendían y el aceite con olor a té verde a la menta era tan especial que cada vez que lo sigo usando me parece estar en una cabina de La Sultane de Saba. Ahora la marca se encuentra fácilmente en internet pero hace unos años era una pepita... 

Y el último aceite de esta mini colección es de Lierac. Me lo compré nada más llegar a Niza, porque suelo tener muy asociados los olores con lugares y necesitaba algo nuevo... L'Huile Sensorielle aux Trois Fleurs Blanches es sublime,  con olor a jazmín, gardenia y camelia. Llevo ya dos años con él y no me gustaría relevarlo. Para invierno dejo el aceite aparcado y saco el Eau Sensorielle, sin alcohol pero con el mismo fondo... 

       

Estoy bien servida y bien acostumbrada a ellos, así que la rutina del aceite anti estrías durante el embarazo no me resulta nada pesada. 

Llevo ya dos botes acabados de la marca Weleda y otro de Bi-Oil está en sus últimas. Los primeros son de vidrio, poco prácticos además porque no llevan pompa dosificadora y te pringas al menor descuido, pero la reputación de la marca no hace falta demostrarla. 

El de Bi-Oil es bastante más químico y menos ecológico, huele a muñeca recién sacada de su caja, pero el envase de 60 ml y el que sea de plástico lo convierte en perfecto para viajar y fue el que utilicé durante las Navidades. 

        

El otro día ví que también tocaba fondo con el aceite de l'Occitane en Provence, que fue un regalo y cuyo olor es el que más me gusta, así que salí disparada al Monoprix, donde además del aceite de almendras Lovea me compré otras cuantas chuminadas... 

                                         

Y por si esto fuera poco... El próximo que vendrá a la lista será el de masaje del perineo, que aguarda en un cajón que la fecha se acerque... 

914 Amaranth de Kiko

Lo hablaba con mi amiga Emma por Whatsapp el otro día; que hay momentos en los que estás en casa y te da la ventolera de pintarte los labios, porque sí, para uso y disfrute del espejo del cuarto de baño que es el único que te ve en ese rato. Un Porque yo lo valgo en toda regla, más perfecto aún en días de regla?

Así me pasa con este pintalabios, un violeta/ berenjena algo oscuro para mí, que no creo que pudiera asumir en el día a día, pero que me compré en Kiko gracias a sus precios que permiten lanzarse con todo lo imaginable. ... Y además escribe mejor que las ceras Manley!

Karen Appel, Chelsea People Series

Karen Appel, Chelsea People Series

Mi primera review de maquillaje

A menudo antes de comprarme una base de maquillaje busco busco información y reviews en internet, hay blogs muy bien escritos, con preciosas fotos, a menudo publicitados por las propias marcas que nos incitan a comprar los lanzamientos del momento. Otros sin tanta literatura constituyen opiniones mucho más fiables y no dejo de consultarlos. Las chicas exponen sus opiniones sin embellecer nada.

 

No soy ninguna experta en ello, pero aún sin prestarle mucho tiempo, cada mañana me pinto  para ir a trabajar, porque si no lo hago noto mucho la diferencia. Tengo la piel grasa y con imperfecciones de las que no he conseguido deshacerme con los años. Pero si la piel grasa, tiene sus lotes de indeseables (sus brillos y marcas), tiene también algo bueno y es que ese mismo sebo protege la epidermis de la formación de arrugas, o eso dicen.

 

He estado haciendo una pequeña limpieza de los potingues y me he encontrado de cara a este otoño con varias bases de maquillaje. No se me había ocurrido hasta ahora compararlas pero siempre hay una primera vez...

 

Así que aquí las tengo:

Hello Flawless (Petal) de Benefit, marca que me encanta pero cuyas bases de maquillaje siempre me han acabado decepcionando.
Stay Matte (200 Soft Beige) de Rimmel, una compra por comprar en un Boots de Edimburgo este verano... y un gran descubrimiento.
Studio Fix Fluid (NC41) de Mac, un valor seguro, con un factor de proteccion solar de 15, suficiente para el invierno.
123 Perfect (53) de Bourjois, un lanzamiento de Bourjois del año pasado, que visto el resultado de aquí bajo no voy a seguir utilizando mucho...
BB Cream de Kiehl's, con una protección de 50, me vino fenomenal durante la primavera pero ahora que se está agotando no sé si la volveré a comprar...

Y es que me dio anoche por hacer el experimento de poner un poco de cada una de estas bases en un papel absorbente y mirad mirad...

La gran vencedora, la base de Rimmel, que no deja que el cerco de grasa depase su volumen, seguida por la base de Mac, que controla bastante bien y cuesta 5 veces más...

De la Benefit y la Bourjois me voy a ir olvidando, y la Kiehl's se va a salvar por el factor de protección que lleva y que puedo seguir utilizando estos dias que seguimos estando expuestos al sol...

 

 

  

 

No sin mis uñas

El tiempo que le dedico al pelo es inversamente proporcional al que le dedico a las uñas. Me lo lavo, (y seco en invierno), nunca me lo aliso o rizo, me lo aparto con horquillas, con coleta cuando lo tengo algo más largo, y no me gusta ni toquetearlo ni que me lo toquen. Si tengo alguna ocasión especial, mariage ou autre, me gusta eso sí que me peinen.

Sin embargo siempre me ha gustado mucho perder el tiempo haciéndome las uñas. Recuerdo comprarme mis primeros pintaúñas a 20 duros y hacerme con una auténtica colección, pintarme una uña de cada color e ir así al instituto, Soy rebelde porque el mundo me ha hecho así... También pinté con pintaúñas el primer móvil que tuve, el Alcatel gris que creo sigue en un mueble en mi habitación en Móstoles.

Ahora no llego a tal extremo, pero sigo manteniendo una buena reserva de lacas de uñas y cambio de color en cuanto se me estropea alguna uña. Tengo colores para cada temporada, la mayoría de Kiko porque no he encontrado mejor relación duración/precio, y de Essie cuando los pillo de promoción.

Además de un neceser a explotar lleno de cositas para las uñas, aceite para las cutículas, cremas de manos, palitos de naranjo, limas habidas y por haber,  discos desmaquillantes... Voy abandonando por todo el piso los útiles de mis manicuras.

Como un ocio así hay que mantenerlo activo, el fin de semana pasado descubrí una tienda KIKO en Cap3000, el centro comercial que se encuentra al lado del aeropuerto. Con el franchute había entrado y salido siempre por la misma puerta y con un rumbo fijo, con mi prima fuimos por ir a ver y la sorpresa fue mayúscula cuando descubrí en un pasillo la tienda. Así que salimos cargadas con alguna que otra cosa, ejem ejem, entre ellas este neceser de viaje rígido con los huecos para transportar 5 pintaúñas. 

Me ha costado decidir qué 5 colores meter dentro, y aún no he realizado el transvase que quiero pero empieza a tomar forma y esta sábado que vamos de boda me lo llevo conmigo, por si me hace falta algún retoque...

Cap3000, pegado al mar

Mascarilla de arcilla verde Cattier

¿Vosotras sabíais que las mascarillas no hay que dejar que se sequen y resequen en el rostro? ¿Que hay que mantenerlas húmedas vaporizando agua mientras dura su pose?

1/ Cattier es una marca de cosmética ecológica, con look antiguo y envases poco bonitos pero productos eficaces, con certificación Ecocert, lo que prueba que el 95% del contenido es de origen natural, sin petróleo, siliconas, conservantes o colorantes sintéticos. Vale, bien.

2/ La mascarilla de arcilla verde es ideal para pieles mixtas y grasas, ésta además contiene aceite de jojoba que hidrata, de menta que refresca y estimula, y de romero para desintoxicar y aclarar la piel. Fenómeno, adelante.

3/ Con los argumentos 1 y 2 citados era difícil resistirse y hace unos días me animé con ella y tras extenderla me escondí un rato en el cuarto de baño dejando que secara, que hiciera costra hasta ponerlo todo perdido con el polvillo que se suelta cada vez que gesticulas. La retiré luego con agua y tan feliz me fui a la cama a la espera de levantarme a la mañana siguiente con una buena cara. Vamos mal, porque así no había que hacerlo según el mode d'emploi.

1 + 2 + 3= Una cara grasosamente grasosa, una pena. Ajo y agua, la que no vaporicé.

He buscado las reviews y creo que el fallo vino de haber dejado que la mascarilla secase, porque mi piel naturalmente brillosa reaccionó frente a la agresión produciendo aún más sebo.

Con eso y los dos boutons (granacos) que me han salido estando a 3 días de ir de boda...

Au secours!!

& Other Stories y The Balm

¿A pacha boca?

No, no me pasa nada, es que quería hablaros de la tienda & Other Stories del grupo H&M, hay tanta expectación en torno a esta nueva marca que me la quería dar de guay diciendo que estuve en ella cuando fui a París hace unas semanas, y qué queréis que os diga ... pues que me decepcionó... Me esperaba otro COS, pero lo cierto es que la ropa ni fú ni fá, los accesorios monos pero sin ansia por llevarme ninguno de ellos, cosa rara en mí, y el ambiente general de la tienda... pues seré poco modenna pero ese acabado sin terminar de rematar a lo showroom mayorista no me convenció. La primera foto la hice mientras estaba pagando, detrás de la caja se podía ver esto:

 

Vamos que pasta se han ahorrado en albañiles, aunque los electricistas se vengaron poniendo focos...

Lo mejor sin duda la zona de belleza y cosmética, con productos de marca propia muy bien ordenaditos para que te den ganas de llevártelos a casa.

Lo que sí que recomiendo por diseño, sugerencias y fotos... es su web www.stories.com/

Yo me acabé comprando la crema ci-dessus para pieles grasas que funciona bastante bien y un iluminador de la marca The Balm que hasta ahora no se comercializaba en Francia, del estilo de Benefit, con dibujos retro y humor en los envases.

Pero lo más curioso ha sido encontrarme esta misma marca tan exclusiva aquí en Francia con un lineal bastante importante en una droguería en Estambul... Lo dicho, ya no hay fronteras y el mundo globalizado es un asco.

Después de la calma

El fin de semana ha sido sobre todo de mucha lectura, en cuanto las haya digerido las comento. Mi imagen preferida:
 

 

El repara cutículas de Sally Hansen huele a chupito de manzana, dan ganas de dárselo en los labios. Algo grasiento, pero perfecto para seguir leyendo un rato y no moverse mientras se va absorbiendo. Lo malo es el resto de color verde que se queda si no lo extiendes bien, tienes que dártelo a conciencia. No vale ir con prisas. Pero bueno no las tenía, porque me acompañaba el último libro de Pérez Reverte.

Me encontré con mis Reebook del año catapún chin chin.

Si el franchute siempre elige la misma pizza napolitana (queso, anchoas, alcaparras), yo soy más de ir cambiando, a veces me equivoco pero esta vez no...

Ahora después de la tranquilidad viene la tormenta de la semana, con un festivo de por medio que espero nos alivie algo...

Bonne semaine!

Les mascaras (pronunciar mascagá)

Los  blogs de belleza o maquillaje reconozco que me tuvieron enganchada durante algún tiempo… Que si novedades por aquí, imprescindibles por allá, caprichos por el otro… Vamos que me tuve que comprar la Naked 2 porque creía que de veras me faltaba algo en el cuarto de baño…

Ahora veo que tengo acumuladas algunas cosas y me consuelo pensando que no todas son para lo mismo. Por ejemplo las máscaras de pestañas, con la lectura de tantas reseñas, ahora ya sé que algunas son para el volumen y otras para la longitud de las pestañas, pero como no sé qué efecto me gusta más me doy un día una y al siguiente la otra. Tampoco te van dejando los mismos restos al cabo del día, ni se desmaquillan igual, así que se van sumando criterios a la hora de decidir cuál darme.

Dos L'Oréal, dos Kiko, Chanel, Benefit, Sephora... sí, a veces soy consciente de la cantidad de artificios con los que acabamos viviendo.

El mantón de Manila, de Kees Van Dongen

El mantón de Manila, de Henri Matisse

Kate Moss por Juergen Teller