Influenciada sin duda alguna por el imaginario colectivo que describen las series estadounidenses, Thanksgiving me parece una preciosa fiesta familiar, en la que sin el alboroto y el frenesí de las Navidades, uno se sienta en la mesa rodeado de los suyos y da las gracias, a Dios para los creyentes o la vida para quienes no lo son, por todo aquello que tiene. Me parece un momento de reflexión intimo a la vez que colectivo.
Me encantaría poder sentarme esta noche en una mesa preparada con cariño, comer los platos de tradición (el pavo gigantesco, el puré de batata, el pastel de calabaza, la salsa de cranberries…) y rememorar los Thanksgiving anteriores. Hoy tendría así la excusa perfecta para rendir gracias en primer lugar por mis hijas y por toda mi familia. Por tener a mi franchute, con el que me siento cada vez más unida. Por la salud de la que disfruto. Por tener cubiertas todas nuestras necesidades básicas; un hogar, con luz, agua y gas y un trabajo que con mayores o menores satisfacciones nos permite muchos otros extras. Por los amigos que no vemos todo lo que queremos pero que nos son indispensables.
Porque toda ocasión es buena para celebrar la vida, Happy Thanksgiving!
Tienes razón en que el concepto es bonito, aunque yo no me veo celebrándolo, porque no lo veo como tradición propia. Aunque yo no lo practique, me gusta la gente con mete abierta que incorpora lo bueno de otras tradiciones.
ResponderEliminarUn beso!
ResponderEliminarEl motivo rde reunirse con los seres queridos siempre es bueno, aunque me parece que siempre vamos adptando costumbres que no son nuestras, como que mañana en España no halla colegio , porque los americanos estan noche esten de fiesta, pero estoy de acuerdo contigo que siempre hay que dar gracias cada uno por lo que tilene.
Cualquier día es bueno para dar las gracias por lo que tenemos. Y si es rodeado de los tuyos y con buena comida, mejor.
ResponderEliminarUn beso