08 diciembre, 2015

Vamos pastores vamos

Escudo de Baux de Provence


Qué mejor manera de pasar esta fiesta de la Inmaculada que visitando el pueblo de Lucéram, una joya medieval a 30 kilómetros de Niza, lejos de los circuitos turísticos de la costa y con un sorprendente circuito de belenes, más de 450!, que los vecinos exponen desde principios de diciembre hasta principios de enero. 

La palabra crèche además de significar belén o nacimiento, también significa comedero (para las ovejas) y aunque resulte sorprendente y supongo que por extensión... una crèche es también una guardería. 

En el sur de Francia, sobre todo en el sureste, la Provenza, son muy típicas las representaciones de la Natividad de Jesús. En vez de ambientarlas en el pueblo de Belén, suelen decorarse como si fueran pequeños pueblos provenzales, respetando la arquitectura, los trajes, los oficios y la vida local del siglo XVIII, momento en el que los nacimientos empezaron a hacerse populares en la región. Las figuras de los nacimientos que se realizaban en Nápoles llegaron hasta aquí gracias al comercio marítimo con Marsella y desde allí la religión y lo profano consiguieron que la tradición napolitana engarzara y se volviera también una tradición provenzal. 

Belén provenzal del museo de Lucéram

Hace poco estuvimos con mis padres en Les Baux-de-Provence, un precioso pueblo provenzal, en el que la leyenda cuenta que los señores feudales que rigieron en sus tierras decían ser descendientes del rey Baltasar y de ahí que la tradición de la representación de la Natividad se implantara en la zona. Su escudo con la estrella de Oriente que guió a los Reyes Magos hasta Belén se ha mantenido desde la Edad Media hasta hoy.

Las figuras típicas de los belenes provenzales se llaman santons, se suelen encontrar en todos los mercadillos de Navidad. En general son algo más pequeñas que las fíguritas típicas de barro de los belenes españoles y son mucho más coloridas. Podría extenderme con este tema largos párrafos porque lo cierto es que me gusta mucho y desde hace unos años cuido de poner mi belén con toto el cariño y el esmero que he vivido desde que era pequeña. 

En casa no teníamos árbol, mi padre decía que no era típico y que ya tenímos un belén así que cada año después del cumpleaños de mi madre, el 1 de diciembre, sacábamos las figuras de las cajas del trastero: Durate unos días se quedaban encima del mueble del salón, esperando a montar la mesa con el plástico a modo de protección, la sábana, las luces, la arena del parque, el musgo que traíamos del pueblo, el papel de aluminio, las cortezas de árbol que hacían las veces de portal, etc etc...

Mi madre le ponía el alma, alentándonos, con villancicos y con historias de su familia paterna, de donde viene la tradición familiar y algunas de las figuras que teníamos en casa. Mi padre sin aparentemente tanta implicación personal al final era siempre la mano ejecutora, el que montaba todo el tinglado y arreglaba los preparativos, dejándonos a nosotros lo mejor, poner las figuras. Ahora lo hace todo él solo y pensando en sus nietos, y a mí me maravilla reencontrarme cada año con ese gran belén de casa y con las mismas panderetas que mi hermano y yo tenemos desde hace más de 30 años!!!!

Con esta entrada en materia comprenderéis que allí donde haya puesto un belén me acerque a admirarlo y a disfrutarlo, así que cuando me enteré de esta exposición gigantesca en Lucéram no veía el momento de ir a ver de qué se trataba. Y me he quedado anonadada: En un entorno natural precioso y bajo un cielo azul y soleado hemos pasado un rato estupendo recorriendo las calles empedradas de Lucéram, donde muchos vecinos participan con pequeños o grandes belenes en puertas, ventanas, bodegas...  Algunos me han sorprendido y emocionado, aquí os dejo algunas de las fotos que hemos ido haciendo mientras sujetaba de la mano a las peques, que iban a trompicones entre las piedras pero que creo también han disfrutado de la libertad y de las luces y la magia del día. 

belenes provenzales
Y lo mejor es que todo el pueblo es peatonal


En un barril


Encima del buzón



En el judas de la puerta...
... esta escena.
Con los trajes provenzales






Un belén hasta en una jaula...


Hasta en el dintel de una puerta cochera
Dentro de un gran foco
En una bodega, las figuras eran más grandes que yo...
En un horno de leña, me ha impactado tanto el lugar, al fondo de una callejuela estrecha... y he llorado



En mitad del paseo, un puesto con libros, podías coger el que quisieras y dejar un par de euros en una lata
El que más gracia le ha hecho al franchute, hecho con cápsulas Nespresso!
Estas figuras, enormes, en medio de un paso amurallado me han producido una sensación muy extraña





Un portal de nueces