A veces publico una foto cuando en el fondo lo que más me apetecería sería poder charlar de ello con una amiga. Suelo publicar cualquier cosa por pasar el rato de mis comidas entre semana o de sus siestas durante el fin de semana. Si pienso en las últimas dos semanas y en los momentos que quisiera recordar, ninguno de ellos está en mis fotos de instagram. Muchos de esos momentos son compartidos con más gente en los que no suelo estar con el móvil encima; como por ejemplo la visita del "primito" Bastian que vive en Canadá y que llevábamos 3 años sin ver, que fue un momentazo, celebrar el séptimo cumpleaños del primo Edgar, jugar en el parque con la prima Lucie, llevarme a María a cenar a casa de unos amigos, mientras Carmen pasaba la soirée con su padre... Otros son instantes familiares difíciles de recoger en imágenes; sentimientos, pasos titubeantes, carreras, llantos, despertares, juegos, risas...
La reflexión la empecé el sábado, íbamos a comer, acostamos a las gallis y después de poner la mesa me dispuse a hacer la siguiente foto:
El franchute me dijo, tu vas encore publier une photo? Le cuesta entender mi atracción por instagram y la gente tan especial que sigo o nos sigue. En el fondo tiene razón, qué sentido tenía publicar esta imagen o cualquier otra... ¿qué habría conseguido transmitir? Poca cosa. Que me encanta poner estos mantelitos de colores del Tiger, que comimos pasta con pesto, que corté albahaca fresca, que teníamos flores frescas en casa...
Todo insulso, cuando en realidad para mí ese momento estuvo cargado de sentido. Después de una semana donde las dos habían estado tosiendo y con laringitis, donde cada despertar nocturno iba acompañado de algún reproche (cógela, haz rápido el biberón, sácala de la habitación, no calientes la leche que le da más tos ?!!, deberías haberle dado el antibiótico...) la comida del sábado fue el momento de volver a reconectar. Él apareció con las flores cuando vino de comprar, podría haber traído un bollo o cualquier otra cosa que sabe que me gusta (el tomate frito me hace sentir siempre especial!) pero lo que venía cargado de buenas intenciones fueron sus palabras, "pour cette semaine où l'on n'a pas su se parler", algo así como, esta semana no hemos sabido hablarnos... Me encantó que él también se diera cuenta y que lo dijese. Publicar la foto con nuestra comida del sábado no hubiera supuesto nada para nadie. Acompañar la foto de un pie de texto con toda la explicación carecía de sentido en Ig, pero he seguido pensando en ello durante el fin de semana y lo cierto es que me gusta poder volver al blog para escribir con tranquilidad y contar n'importe quoi, que para eso éste es mi espacio sin incrustarme en ningún hilo de actualidad.
Gracias por seguir leyéndome, no soy muy asidua, pero vosotros sí.