11 junio, 2014

Más que recuerdos

Suelo hacer muchas fotos, tropecientas cada vez que hemos ido de viaje; decenas, inútiles, movidas, sin luz o innecesarias con el móvil en cualquier momento. Buenas o no, las fotos me parecen importantísimas para pasado el tiempo echar la vista atrás y revivir momentos.

La llegada de las niñas no va a hacer sino potenciar esta afición, estoy convencida, pero desde que nacieron solo tengo tiempo de hacer fotos rápidas con el móvil, sin ningún preparativo, perfectas para saciar la sed del whatsapp y la familia y amigos, pero poco resultonas para el álbum que me gustaría luego poder conservar como oro en paño. Así que con esa intención reservé una sesión de fotos con una fotógrafa en casa, una vez estuvimos de vuelta del hospital. Costó mucho que se durmieran pero hasta esas escenas resultan preciosas y han quedado ya marcadas en la retina y el corazón. 

Ahora que hace ya 3 semanas desde que las hicimos, resultan valiosas porque nunca volverán a ser tan chiquititas como eran entonces, ya nunca volveremos a esa mañana, que en vez de ser una mañana cualquiera se convertirá en su memoria. 








07 junio, 2014

Tónica y bitter

No he bebido más que agua durante el embarazo, fuera de consideraciones de salud, era lo que me pedía el cuerpo. Ahora ya vuelvo a tener ganilla de beber otras muchas cosas, sin alcohol porque quiero seguir con la lactancia mixta. 

Según el sitio y el momento puedo ser muy infiel... Coca-Cola o zumos en casa. Mosto cuando estoy en algún bar en España y salobreña a la hora del aperitivo en casa de mis padres. También me pide el cuerpo tónica o algún que otro bitter que como diría El Cocinista, suena ya a viejuno. 

La tónica la encuentras en Francia, "un tonic Schweppes s'il vous plaît!" pero no es muy común verla encima de las mesas de los bistrots. El bitter es mucho más difícil dar con él, también suele ser de la marca Schweppes pero nunca he visto a un francés pedir ninguno. Cuando lo encuentro en algun menú pongo a prueba a los camareros que me deben de traer la última de las botellas de la última caja que tengan, porque nunca me sabe tan dulce como cuando lo bebo en España. 

                    

                    

Otras bebidas desconocidas en el mercado francés son el Aquarius que aquí no se comercializa por mucho que sorprenda a los españoles de paso y la horchata, que me encanta y de la que espero ponerme ciega este verano, porque aún no lo he dicho pero a finales de mes ¡¡nos vamos a España!!...






06 junio, 2014

Y demás familia

Sin ánimo de generalizar, la extensión de la familia no se entiende de igual forma en Francia y en España. Tengo muchos ejemplos de ello a lo largo de los años que llevo aquí y con la llegada de las gallis no se hace más que confirmar. 

Se fue mi padre, después de un mes de leales servicios de comida y cena en los que él se ha encargado de elaborar el menú, de comprarlo y de prepararlo. 
Se fueron también, mi hermano con mi cuñada y mis sobrinos. Y cuando empezábamos a sentir pena por esas ausencias y a echar de menos el jolgorio constante, llamó a la puerta quien yo creía sería un repartidor con algún paquete. 
Y la SORPRESA fue mayúscula... Mi tía y mi prima en el descansillo... Que deseando poder conocer a las peques se presentaron en Niza vía Barcelona con una pequeña maleta cargada de regalos y también de amor de mi otra tía y mi abuela. Y lloré mucho, porque yo estaba deseando ver a mis hijas en sus brazos y no esperaba que el momento estuviera tan cercano. 

En las 48 horas que estuvieron en casa vaya si han podido tenerlas en los brazos, husmearlas, besuquearlas y menearlas como solo ellas saben, cantando, riendo y bailando y cuzndo ha tocado dormir pues también han seguido estando cerca... Y las crías además del tai chi que les enseña la abuela ya saben latín y saben distinguir la soledad de su cuna de la compañía y el calor de la cama; las escenas son ya historia familiar...