07 marzo, 2016

Incrédula, la petite boîte

He comido en la oficina, a menudo mi habitual tupperware con los restos de anoche.  He salido a dar un paseo, el día está fresco pero muy soleado. No es una semana de acontecimientos en Mónaco, así que no hay el barullo de gente con la que cruzarte y hay sitios que son pura delicia de placer solitario. 

De camino hasta mi banquito al sol he visto varios de estos carteles del ayuntamiento de Mónaco y me he quedado atónita. El doggy bag ( o métame por favor esto en algún sitio que no me lo voy a comer) existía ya en París, por lo menos supuestamente porque yo nunca ví a nadie salir con él, pero no imaginé que en este mundo paralelo que vende riqueza, glamour y bling bling, el sector público quisiera darle trascendencia a estas peticiones de clientes en los restaurantes.

Me han enseñado a comerme lo que me ponga en el plato, así que no tengo una idea muy precisa de si lo haría o no, pero algo me dice que no...  


6 comentarios:

  1. En casa yo también soy de comerme lo que tengo en el plato (aunque ya sabes que cuando te sirve la abuela, la cosa se complica). Pero te diré que en los restaurantes, en mi caso, muchas veces me es complicado terminarme lo que tengo en el plato. Tengo dos opciones: terminarme la comida y quedarme sin postre, o dejar algo y tomar postre. Algunas veces los que se han terminado mi plato han sido amigos o novios de amigas (y ellos encantados).
    En Nueva York, una vez, si que me llevé las sobras de la cena. Allí es una cosa muy normal, porque los camareros mismos me preguntaron si quería que me lo preparasen para llevar. A mi no me parece mal llevarte las sobras, sobretodo si así evitas tirar comida.

    Un beso!

    Anna

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  2. Salgo poquísimo de restaurantes desde hace unos años, por los niños, pero cada vez más veces pido, y sin ninguna vergüenza, que me pongan para llevar lo que no he comido, siempre que merezca la pena. El otro día comimos cocido un grupo de compañeros. Y sobró muchísimo. Uno preguntó si lo tiraban. Dijeron que sí. Así que pedimos que nos lo prepararan para llevar. Salieron ocho tupers grandes, cuatro con garbanzos y berza y cuatro con la carne, el chorizo y demás. Yo no traje para casa porque estaba saturada, pero algunos compañeros que llevaron, comieron toda la familia al día siguiente.

    Besos.

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  3. Uy, pues yo ya no tengo manías, tengo fobia a tirar comida. Aunque tengo que decir que en España sólo me lo han ofrecido una vez, un magnífico tajin del cual tuve tupper para el día siguiente. Donde sí he notado la diferencia es en Estados Unidos, donde no tienen problema en ofrecerte un envase para llevarte lo que no te has comido. Claro que allí las raciones son bastante diferentes...

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  4. Me parece una iniciativa estupendísima, aunque es cierto que pocas veces nos sobra algo.. sí me pasa que si me acabo todo el postre no me suele apetecer, así que suelo pedir algún plato más pequeño o ración o lo que sea...

    Sí me he llevado alguna vez pizza si ha sobrado, pero es más normal, no?

    En EEUU es que las raciones son tan gigantes que es imposible acabarse todo, así que normal que lleven tiempo con el sistemita...

    Ay, a mi el tema tupper del día siguiente me trae siempre de cabeza, tanta organización, jajaja

    Un besín

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  5. Partiendo del hecho de que trato de pedir lo justo y terminarme lo que tengo en el plato, si no es así siempre siempre siempre si me sobra una cantidad de comida aceptable me lo traigo para casa, pero sin ninguna vergüenza...me traigo hasta el vino!!! si no me tiran el tapón antes, claro!! Lo he pagado y es mío y eso me soluciona la papeleta para la comida del día siguiente sin lugar a dudas!! :D

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  6. A mí me parece una iniciativa muy buena. La comida no se tira. Aquí en Barcelona cada vez se estila más. Saludos guapa.

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