Me encanta tener agenda, no porque sea una persona muy organizada, sino porque me sirve de depósito legal para llevar conmigo mil papeles, postales, fotos y para apuntar los cumpleaños, los horarios de vuelos y pegar las pegatinas de la fruta... (Y ahora también las ideas que me surjan para el blog ;)
A veces no la abro durante dos semanas y otras la relleno con frases del libro que me esté leyendo y me guste. Cuando les echo un vistazo al cabo de los años, me ayudan a recordar miles de detalles. Creo que son una especie de diarios sin la noción de intimidad que tienen estos, porque solo a mí me evocan algo y no describo sentimientos de forma aparente.
La de este año tardé en encontrarla, no la quería demasiado escolar y encontré una perfecta de Mark's Tokio Edge que vendían en el Virgin, y la customicé con postales.
Era tal que así:
Y la he convertido en esto por delante (con imagen del Cántico de los Cánticos de Chagall):
"Parler est un besoin,
écouter est un art"
Goethe
Y esto por detrás:
"On commence à vieillir quand on finit d'apprendre"
Proverbio japonés
"La beauté est dans les yeux de celui qui regarde"
Oscar Wilde
Abierta:
Oyoyoyoy. Adoro las agendas. Me pasa como a ti, que no la abro en dos semanas o latengo todo el día en la mano. Y en ella se combinan listas de la compra, frases de libros, cosas por hacer, ... Y aunque tampoco es íntimo, sí me da cierto reparo que la vea nadie. :)
ResponderEliminarMe encanta customizar agendas....hace tiempo q he perdido esa costumbre...ojala la recupera. No te miro te admiro!!!era la frase de mi abuelo q espero poder colocar pronto en una agenda!!!
ResponderEliminar