17 febrero, 2016

Amigas

No soy una persona que haga amistades fácilmente, me considero bastante abierta y sociable pero me cuesta encontrar el punto de confianza con la gente. De sobra sé que la presencia continua no forja una amistad, haber vivido en ciudades y en países distintos te permite saber que el cariño no entiende de kilómetros ni de minutos pasados juntos, pero  aunque escasos cómo se agradece poder pasar ratos en compañía de gente que te procura mucha alegría física y ganas de volver a quedar pronto.


En Niza he conocido si no mucha, sí a bastante gente desde que llegamos pero cuento con los dedos de una mano los contactos que han sabido encontrar su hueco en mi corazón. 

Una de ellas trabaja y vive en Niza, fuimos a gimnasia sueca juntas y aunque no nos vemos todo lo que nos gustaría sabemos que podemos contar con la otra. Es de París y eso enseguida une a los que en un momento dado nos vemos viviendo aquí ;)) 

Otra vive en Niza y trabaja en Mónaco como yo, nos conocimos en pilates y solíamos coincidir en el tren. Desde que me quedé embarazada y más ahora con las peques  siempre hago el trayecto en coche, así que nos vemos en contadas ocasiones para comer. Es de Niza pero estuvo de Erasmus en España y a diferencia de mucha gente de aquí es muy generosa en el trato. 

Con la tercera tengo una historia curiosa. Fue compañera de facultad en Madrid y en París aunque no teníamos mucho contacto aquellos años. Con el paso del tiempo nos hemos reencontrado porque su chico resultó ser el hijo de unos compañeros de la facultad de mis suegros. El franchute y él solían pasar las vacaciones de verano juntos cuando eran pequeños.  Además de quedar con nuestras parejas y con los niños, también nos vemos para comer, porque su oficina no está lejos de la mía. 

La última persona que considero me ha tocado la fibra amiguil de la amistad es una señora que trabaja con mi jefa de forma habitual en temas que no tienen nada que ver con mi empresa. Es una mujer de otra generación con la que he congeniado desde el primer momento. En pocas semanas nos hemos hecho íntimas amigas y es tan agradable y tan poco común encontrar una conexión de este tipo, que la considero una auténtica bendición. 

"Je peux faire confiance à mes amis. Ils me forcent à me questionner et m'encouragent à évoluer"

Et vous, vous faites des amis facilement? 


El gato con hocico de querer hacer pocas migas solemos cruzárnoslo en la calle, a pesar de su gesto suele responder a los miaus... 


7 comentarios:

  1. Me siento identificada con tu concepto de amistad, conocer se conoce a mucha gente y se comparten cosas agradables, pero amigos es algo más, algo especial. Un saludo

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    1. Y más estando fuera, se conoce a mucha más gente que estando en tu entorno habitual pero no haces muchas más amistades duraderas. Saludos

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  2. Y quien te tenga a ti entre sus amigas, tiene un tesoro. De lo bueno, lo mejor cito, un lujo tenerte

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    1. Amiga, te echo de menos, te pienso, me río imaginariamente contigo y nuestros corazones lo saben y se hablan. Muaccc

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  3. Y cuando se vive fuera del país en que naciste y te criaste parece que no es fácil hacer nuevas amistades, a mí pasa como a ti, conozco a mucha gente, pero cuento con los dedos de las manos las que hacen click en mi corazón.

    saludos!

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    1. Sí, también creo que haber compartido una cultura nos puede acercar. Pero a veces también es un poco trampantojo y con otras personas acabas conectando mejor. No tengo ninguna amiga española en Niza y si bien es cierto que echo de menos hablar en mi idioma no voy tampoco buscando encuentros. Un abrazo !

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  4. Yo tengo facilidad para establecer relaciones, hablar con la gente, quedar incluso a cenar o tomar algo. Muchas personas conocidas, pero amistad, poca.

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