Joyeux et pluvieux Noël

La soirée fue tranquila, empezamos con el champagne y el champomy para mi, porque en España dejamos el brindis para el postre pero en Francia eso sería un sacrilegio, el champán se bebe antes de comer o cenar...  

Sin querer tirarme el moco, el plato principal recibió las felicitaciones de los comensales. Era la primera vez que me lanzaba con un pescado en salsa receta de mi padre, el franchute me dijo que sabía a España y no hubo mejor cumplido... 

Esta mañana al despertar hemos bailado el All I want for Christmas is you en la versión de Mariah Carey y hemos ido a buscar los regalos que Papá Noel había dejado debajo del árbol. Habíamos previsto unas cosillas para sus padres y unos libros para nosotros pero uno de los paquetes me era desconocido.... 

Y sin ese envoltorio el caso es que ha sido un Ipad mini que no le había pedido a Papá Noel pero que secretamente deseaba que Melchor trajera de Oriente... 

La de poder disfrutar durante las vacaciones de los juguetes es una de las batallas que gana el barbudo de Laponia... Y ya estoy descargando aplicaciones como una loca... 

A mediodía han venido a comer su hermana, su marido y dos sobrinos. Éramos 8 personas que nunca creí poder sentar en nuestro salón, pero hemos superado la prueba y la bûche Picard ha venido algo justa porque estaba buenísima... 

En Niza no ha parado de llover y soplar el viento desde anoche, el aeropuerto ha sido cerrado (qué pena me da pensar en la gente que se queda sin ver a su familia en estas fechas y cruzo los dedos para que el viernes podamos coger nuestro vuelo sin problemas...) 

Después de jugar al Trivial nos hemos ido a ver cómo la playa había desaparecido, las olas alcanzan el paseo marítimo y mañana de día quiero volver a ver el mar desencadenado. 

Queríamos montar en la noria, pero con la lluvia no apetecía mucho así que estamos de vuelta a casa y con un ojo en las previsiones meteorológicas...