17 agosto, 2013

Cascadeando

De la cascada artificial de Niza a las tropecientas que tiene Islandia y que se llaman "foss".
Si algunas se ven casi casi sin salirte del coche, o son de fácil acceso, otras merecen algún paseo, el efecto al descubrirlas no hace sino ampliarse...
Y es que debido a la multitud de accidentes geográficos que se han ido sucediendo en su territorio, Islandia posee algunas de las cataratas más curiosas del mundo. Como nosotros no hemos dado la vuelta entera a la isla, eso para la próxima vez, nos hemos quedado sin ver algunas, pero he aquí otras de las emblemáticas:

Skógafoss, 62 metros de altura, el ruido, la espuma y el vapor que forma aturden los sentidos. Poder acampar a sus pies debe ser un gran momento y había muchas tiendas de campaña en previsión de ello, nosotros sólo hicimos que pasar, pero volvería para quedarme y ver la zona despejarse. Por unas escaleras laterales se puede subir hasta su cima, las vistas son preciosas.



La foto que Instagramé






La leyenda del lugar dice que existe un tesoro escondido detrás de la cascada... Y que algunos días éste brilla al sol... Nosotros alternamos los días de sol espléndido con los nublados pero tuvimos mucha suerte porque no nos llovió hasta el último día.



Foss á Siðu, una pequeña distracción de la carretera





Svartifoss, amiga de las postales, esta cascada cae entre columnas de basalto negras. Se encuentra en el Parque Nacional de Vatnajökull, la pequeña ruta de montaña que hicimos allí además de mostrarnos estas curiosas formaciones también nos dejó ver un conjunto de cimas de montaña y glaciares.




Viviendo al límite, pañuelo rosa y polar rojo


Gulfoss es una de las más espectaculares, se trata de una doble cascada que cae en un estruendo gigante. Por lo visto en días de sol el arco iris que se forma por encima del cañón es un espectáculo, nosotros ya véis que no tuvimos la suerte de disfrutarlo pero las dimensiones de esta cascada aprietan el corazón cuando te acercas a su paso.







Öxarárfoss, se esconde detrás de la falla del Parque Nacional de Thingvellir.





5 comentarios:

  1. Me encanta tu viaje. Qué envidia!! Y eres muy guapa!

    Besos.

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  2. Con lo del tesoro escondido detrás de la cascada me has dado la excusa perfecta para convencer a Maromo (agarrado entre los agarrados) de que tenemos que ir a Islandia. Vaya viaje y vaya fotos, me sale la envidieja por los poros de la piel ;)
    Con lo del pañuelo rosa y polar rojo me he carcajeado a gusto. Juraría que había algo de reconocimiento en mi risa...
    Un besazo desde Ámsterdam!

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  3. ¡Qué preciosidad! la naturaleza siempre me sorprende.

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  4. ¡Joé!
    ¡Eres guapísima !
    Las fotos y el lugar espectaculares

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