13 marzo, 2014

Marcha mundial contra la endometriosis


Este 13 de marzo fue elegido jornada internacional para concienciar sobre esta enfermedad a menudo desconocida en el ámbito de la salud y lo social.

Para los que nunca habéis oído hablar de ella, suerte que tenéis, se trata del desarrollo anárquico de tejido endometrial fuera del útero, lo que conlleva la formación de quistes en los ovarios, la impermeabilidad de las trompas y en los peores casos adherencias en el sistema digestivo. 
 
Existen diferentes estados según su afectación y su síntoma más común es el dolor abdominal menstrual que deja de ser una molestia para convertirse en calvario. En los casos más graves, (grado IV), las afectadas sufren cólicos, dolores durante las relaciones sexuales, diarreas... Y hasta un dolor pélvico continuo que no desaparece con los calmantes.

Como resultado del desconocimiento por parte de muchos médicos generalistas, a menudo se retarda o se falla con el diagnóstico. Al tratarse además de una enfermedad crónica y evolutiva, más allá de recurrentes intervenciones quirúrgicas, de tratamientos de fertilidad para contrarrestar su efecto negativo en este ámbito, o de la menopausia (natural, quirúrgica o inducida hormonalmente) poco se puede hacer. 


Desde la pubertad mis dolores de regla han sido importantes, recuerdo tener que salir de clase en el instituto porque no me podía mantener en la silla y solo quería retorcerme de dolor. Por entonces empecé a tomar unas pastillas que me recetaba el ginecólogo y que eran lo único que me salvaba el día D, me reía yo de la Saldeva y la Saldeva Forte que no me hacían nada. A pesar de aquello nunca lo puse en relación con otro antecedente familiar de endometriosis. 
Y con todo y con eso he tenido suerte, algo tardía pero suerte.



Cuando empezamos con las pruebas de fertilidad (a principios de 2012) y se me diagnosticó de endometriosis la sorpresa fue mayúscula. La histerosalpingografía (toma nombrecito que se esconde detrás de una radiografía de contraste de la cavidad uterina) mostraba un problema en una de las trompas, pero la primera ginecóloga que consulté en París no le dio importancia y nos dijo que esperáramos unos meses más. Durante esos meses nos mudamos a Niza y cuando volví a consultar aquí el ginecólogo lo vio mucho más claro desde el promer momento y poco después decidimos que la lapararoscopia además de poder confirmar el diagnóstico podría reparar las zonas afectadas. 

Creo que aquel momento fue uno de los más serios que nos ha tocado vivir como pareja, ingresé un viernes de octubre de 2012 a las 7 de la mañana y junto con el franchute pasamos un día que nunca podremos olvidar. Minimicé en muchos sentidos aquella intervención. La cirugía a pesar de la anestesia general fue ambulatoria, volví a casa a dormir y mi madre llegó al día siguiente. 

Las zonas de adherencias en la trompa mala habían sido tratadas con láser, pero 6 meses después una nueva histero.... mostraba los mismos signos iniciales, la trompa mala seguía haciendo de las suyas y no se podría contar con ella en el futuro. Eso es lo malo de la endometriosis, que sigue formándose y desarrollando tejido endometrial con cada regla. Así que nuestras esperanzas se dividieron por dos. Pero no perdimos la esperanza porque confiábamos en los médicos que nos dijeron siempre que no éramos un caso desesperado. Y vaya si tenían razón, tanta que consiguieron que mediante la estimulación del ovario de la trompa buena estemos hoy como estamos, a casi 7 meses de embarazo y felices en esta espera de dos gallifantas. 
 
Y aunque no puedo formar parte de ninguna marcha ni de ninguna de las muchas reuniones que tienen lugar sobre el tema, no podía dejar pasar la ocasión de hablaros sobre ello desde mi rinconcito.



7 comentarios:

  1. No conocía en absoluto esa enfermedad. ¡Gracias por la información! Has sido muy valiente y lo has debido de pasar muy mal, más de una vez. Un abrazo

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  2. Me alegro que el resultado de todo este calvario y dificultades sean tus dos gallifantas, a las que en breve les verás las caritas.
    Un besazo

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  3. Pues me alegro, que a pesar de todo, dierais con buenos médicos que supieron diagnosticar y tratar.
    Y sobre todo me alegro que hayas conseguido a tus dos gallifantas.
    Muaks

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  4. Afortunada de ese diagnóstico a tiempo, tan necesario.

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  5. Tu historia me ha emocionado, si que sab'ia de la existencia de la endometriosis, pero nunca me hab'ia parado a pensar en sus consecuencias para los que la sufren y los que tienen alrededor. Me alegro que tu historia tenga un doble final feliz. Un besito.

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  6. Conocía muy poco sobre esta enfermedad, me has emocionado . Cuídate mucho y ahora toca esperar a esas dos maravillas. Besos y feliz semana.

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  7. Gracias, por tomaros el tiempo de leerme y encima dejar vuestras impresiones, os lo agradezco de corazón.
    Montse

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