23 marzo, 2014

Primera vuelta

Después de un sábado lluvioso, en el que desayuné dos veces e hice tres siestas, hoy ha amanecido soleado.

Hemos ido a votar, primera vuelta de las elecciones municipales en Francia, los candidatos con al menos un 10% de porcentaje de votos se volverán a afrontar en las urnas de aquí a una semana.




Nuestro colegio electoral resulta ser el Lycée Masséna un precioso edificio por fuera que hoy hemos podido descubrir por dentro. 






Carte électorale francesa y DNI español

Era la primera vez que íbamos a votar juntos, yo estaba inscrita en París para las municipales y las europeas, pero el franchute seguía inscrito en su pueblo natal y el ir a votar, no conocer a nadie y no tirarse el rollo con nadie se le ha hecho tan extraño que dice que va a volver a apuntarse allí donde su voto es más útil... 

A mí lo que me resulta extraño es que la gente se siga interrogando sobre el derecho que ejerzo al votar en un país que no es el mío, cuando dicho derecho fue adoptado por el Tratado de Maastricht de 1992 y aplicado por primera vez en las elecciones europeas de 1994. Cierto es que la France fue el último país en aplicar los textos europeos y la primera elección municipal donde se pudo ejercer  este derecho fue en el 2001. Yo por aquel entonces ya voté, en el VIème arrondissement de París. Como debí ser de los pocos electores en aquel distrito luego recibí bastantes invitaciones a eventos varios de parte de la Mairie sita en la Place St Sulpice. 

El derecho a voto en elecciones locales me parece básico en la integración de un extranjero en la vida local, a mi humilde entender se debería ampliar a todos los extranjeros no europeos asentados en una ciudad, porque la política municipal es la primera que tiene consecuencias directas sobre la vida de los ciudadanos. 
 
Cuando estaba escribiendo la entrada me ha llegado el whatsap de mi madre con la muerte de Adolfo Suárez. En un día tan triste por el fallecimiento del primer presidente de nuestra democracia constitucional vale la pena no olvidar los derechos y deberes de los que disfrutamos y en los que por desgracia cada vez nos hacen creer menos.
 
 
 







3 comentarios:

  1. Pues sí, totalmente de acuerdo.
    Un beso

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  2. Que curioso. A mi no me gustaría votar en las elecciones francesas aun si pudiera.

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  3. La verdad es que si estás viviendo en un sitio, aunque no sea tu país natal, tiene bastante sentido que puedas votar, pero bueno.
    Mis sábados sueles ser así también. En cuanto a número de siestas se refiere ^_^

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