He salido del tren y el sol me ha vuelto a cegar, no llevo las gafas de sol conmigo en el bolso y guiño el ojo derecho (cosas de mi potente ojo vago) y el entrecejo, cavando la arruga que ya se me va formando...
He gozado y sufrido de lunes al sol sin trabajo, hoy no es uno de ellos, hoy ataco la semana laboral con ganas de que se acabe, para disfrutar del fin de semana que viene, pero con la energía necesaria para abordar y bordar en mi cometido.
Hoy también, hace 3 meses que empecé a trabajar en mi actual puesto de trabajo, llego al término del periodo de prueba o période d'essai, y si no hay sobresaltos, pasaré al estatuto del CDI, contrat à durée indeteminée, o contrato de duración intederminada. Vamos, que ya soy fija, aunque la formula tenga tenga menos sentido que hace años. Ahora ya me permito ir desechando ese desamparo que menoscaba el amor propio de los parados y que como tantas otras cosas en la vida no se puede entender hasta que no se vive.
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