17 enero, 2014

Oda a la galette

Con motivo de la Epifanía los franceses no festejan los Reyes Magos de Oriente pero no se pierden la tradición de la galette des rois... 

Es de alguna forma una manera de darle la bienvenida al año nuevo; se lleva una galette a una comida familiar, las empresas suelen organizar un momento informal en el que los trabajadores se felicitan el año y se comen juntos un trozo de galette, los amigos se juntan y acompañan este famoso postre con sidra que es lo típico...

En las galettes, como en los roscones, viene una fève (o haba porque era lo que antiguamente se metía, hoy sustituida por una figurita). Para decidir quién se come cada una de las partes en las que se corta, la persona de menor edad,  (esto tiene mucho éxito con los niños), debe meterse debajo de la mesa e ir diciendo a quién se le debe ir repartiendo. A eso se le llama tirer les rois.
El que detiene la figurita se convierte en rey o reina y se coloca la corona de cartón que viene acompañando cada galette, y si con suerte vienen dos, el rey corona a su reina o la reina a su rey... 


Yo ya llevo algún que otro trozo... Y es que es una de las franchutadas que más disfruto, me gusta la tradición y me encanta el relleno à la frangipane que suelen llevar (a base de almendras, mantequilla y azúcar), que es lo que le da la gracia a la base y la tapa de hojaldre.

En casa nos hemos comido ya una de la panadería y otra de Picard, que venía cruda para hacerse en el horno, dejando un olorcito que uhmmmmm. El franchute también me trajo un trozo de la que pusieron en su oficina y el otro día probé la de la Brioche Dorée, una cadena de bocadillos y comida rápida que la incluye como postre durante el mes de enero.

Entre unas y otras hay muchas diferencias pero todas me gustan y cuando desaparecen de las tiendas a finales de enero me consuelo pensando en la satisfacción tan grande que me dará el bocado del año siguiente...
 

Aunque en París era más difícil encontrarlas, en el sur de Francia además de la galette se ven en las pastelerías muchas couronnes provençales o couronnes des rois, con la forma de nuestro roscón, el típico aroma del azahar y la fruta confitada decorando por encima y también en trocitos dentro de la masa de este bizcocho que aquí nunca viene relleno. 



El domingo pasado estuvimos en casa de unos amigos y el mas "pequeño" se metió sin reparo debajo de la mesa y decidió del orden de reparto... 


El franchute salió rey y claro me hizo reina! 



Pero eso fue el finde pasado, hoy se va con unos amigotes amigos al WES que instauraron hace unos años... El week-end surprise... como tendré tiempo para contároslo os lo dejo para mañana... 
Bon week-end à vous! 



6 comentarios:

  1. Lo malo de vivir en frontera, es que no terminas de llegar a las cosas típicas del nuevo país. Aunque tiene otras muchas cosas buenas, jejej.
    La galette sí que la había probado, y no me mata. Pero la tradición no la conocía.
    Un beso ma Reine!

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    1. Imagino que entre la cercanía fronteriza y que tu marido es español, tu casa es más impermeable a estas cosas. Besos!

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  2. La ultima vez que estuve en Paris me compré un par (eran pequeñas) de Galettes frangipane en el "Paul" de Charles de Gaulle...Buenisimas!!!

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