03 marzo, 2013

Un mental de acero

Se han ido, mañana ya no habrá nadie esperándome en la estación levantando los brazos segundos antes del encuentro. Y esta noche el único que dormirá feliz es el perro de mi padre que le habrá estado esperando toda la semana.
A mi me me toca lo de siempre, seguir con mi día a día, buscar el momento y el billete para ir a España o que venga alguien pronto.


Ayer con el franchute lanzamos lo de darnos el primer baño del año, el 1 de enero tiene mucho más sentido, pero un 3 de marzo con una temperatura de 13 grados en el agua (y de 14 ó 15 fuera) tampoco ha estado mal. A menudo los que se atreven en pleno invierno son los más mayores, qué valientes o qué locos suelo pensar al verlos remojarse cuando los demás nos paseamos con los abrigos.

No ha sido tan difícil como me imaginaba, en verano hasta que no paso calor encima de la toalla no me baño, me considero friolera, temo que el agua esté fresca o que haga aire, pero las ganas de la experiencia y de probarme a mi misma que el mental era lo importante me han podido.
Cuando la primera ola me ha tocado los pies ya estaba casi todo hecho, porque en ese momento y a pesar del susto no podía volverme atrás. Así que me he mojado las muñecas y he seguido avanzando...
Al sumergirme completamente me ha faltado algo de aire, como si los pulmones no fueran capaces de llenarse al completo. Más que el frío he sentido como si el agua estuviera ejerciendo una presión importante en todo el cuerpo. He visto la nieve en los montes de detrás de la ciudad y aunque suene a tontería he notado todos mis sentidos más vivos, ¿será por eso que el baño invernal le gusta a los más mayores?, aunque a lo mejor solo tiene que ver con los fuertes movimientos de piernas y brazos que hacía para mantenerme caliente y a flote... El caso es que he salido del agua satisfecha por haber hecho algo que consideraba imposible y por tener la suerte de vivir en esta ciudad, donde a pesar de la distancia vivimos felices, y eso es lo que quieren todos los padres para sus hijos ¿no?

Pensàndomelo
Camiseta fuera
Mejorando la circulación sanguínea




4 comentarios:

  1. :))))
    Por lo poco que te conozco, me caes muy biennn!!

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    1. Ja ja Qué bueno que me "ajuntes", llevo leyendo tus peripecias mucho tiempo y me hace una ilusión tremenda lo que dices. Cuando hicísteis el viaje a París te dejé un comentario con las tiendas vintage y me quedé con ganas de proponerte un café... La próxima vez no me cortaré... Bonne semaine!

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    2. Por supuesto, ya nos lo tomaremos!!! :D

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  2. ay!!!! qué frío que me das sólo de pensarlo!!! me encanta tu energía!!! ESpero que llevaras unas buenas cangrejeras!!!! te sigo y resigo..Me encanta tu blog!!! ayssss!! Ánimo!!! Siéntente como Javier Marias, que sepas que te seguimos y esperamos con ansia a que publiques!!!

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